sábado, junio 22

En San Agustín  no  Weimar


Pronóstico de hoy
Esta noche 22. Febrero 2013

San Agustín
Actualizado: Actualizado hace más de 1 hora


19°C Alto  Tormentas aisladas
Viento: Del Sudeste a 11 km/
Totalmente  nuboso, probabilidad de tormenta. Máximas 28 C. 80% de probabilidad de lluvia.


Eran más de la cinco de la tarde. Dos hombres caminan en la angosta calle, el más joven lleva algunos libros debajo de su brazo izquierdo, con el derecho aprieta uno fuertemente a su pecho.  A pesar de que no es invierno, llueve, como solo sabe llover en Caracas.  Pero a estos personajes no le importa. Caminan despacio, con pasos cortos pero sincronizados a  ritmo del personaje mayor. Justo en la esquina está la licorería,  empapado entran y piden dos cervezas.
Una mujer le grita desde la una mesa.- todavía está contigo, dile que la estuvieron buscando. Recuérdele de donde Salió.  –se ríe abraza al hombre que la acompaña.

_ Bien frías. – la dueña del local colocando las botellas en la barra y le advierte- _tenga cuidado, paso ayer. 

_ Tranquilo, son tonterías de mujeres_ le dice el hombre más viejo, tomando  un trago y lo mira.

_ No maestro, fue un error involucrarla  en este trabajo. -Contesta el muchacho. Baja la mirada al libro que llevaba junto a su pecho y bebe toda la botella.- _  Ella sabía que yo lo quería tener.

_ Esta noche será diferente.- Lo anima,  deja la botella en el mostrador.-_ El calor del hogar quemará  todos esos malos momentos la vida continua. -Agregó antes de abrazarlo.

Al salir de la licorería, hundieron sus pasos en 20 centímetros de agua, con dirección a la estación del metro cable. El maestro saca la mano a una camioneta que viene y se sube. Las gotas siguen cayendo sobre la ciudad, saca el brazo por el vidrio de la ventana y lo despide.

El hombre más Joven se quita la chaqueta envuelve los libros y sube de dos en dos los escalones hacia la estación. Hay una pequeña cola para comprar tickets, la mira indiferente y pasa por la pequeña puerta al lado del torniquete, saludando al portero.

_ Hoy no tengo ánimo de más cola.

Sube igual, sin levantar la cabeza hasta llegar al borde del último escalón, donde se lee: EMBARQUE. Levanta la cabeza y con el mismo movimiento corre como siempre para alcanzar a la cabina que circula en ese momento.

_ Disculpe, pero aguanto más.- Se sienta,  baja la mirada al rollo que hizo con la chaqueta.

De la lluvia solo están quedando las gotas que corren en el gran ventanal panorámico de la cabina, abajo las casitas parecen tener frío, una pegadita a la otra. No se puede distinguir donde comienza la casa de María o donde termina la de Victoria.  Arriba la joya de la corona - imponente  desplante de arquitectura /tecnología - amasijo de tubería curvas y redondas en contraste con la arquitectura popular y criolla de líneas rectas, quebradas y sin paralelas y sin normas.

Estación: Hornos de Cal

A través de la estructura de la estación, advierte que las luces de la  casa están encendidas. Sacude sus  cabellos negros ensortijados.  Corre hacía su encuentro.

_ Mi amigo estoy aquí por ti. -Deja todo lo que traía en sus manos para abrazarlo, se arrodilla, dejando  que  lama todo su rostro.

_ Tú mirada regocija y  me ensancha   el corazón. Por el contrario la de los hombres con cortas excepciones me ofrecen el espectáculo de las deformidades, por eso me aparto de ellos y huyo  refugiándome en la naturaleza. - Le murmuró a su perro.

La noche ya es la reina, no necesitan luz, el perro guía su andar en las angostas escaleras. En total son 47 escalones y  11 puertas.  No saluda, su perro en cada puerta  ladra, mientras él baja la cabeza. Al doblar la esquina la figura de un hombre recostado a  la pared lo observa. Homero comienza a ladrar.
  _tranquilo bonito  agarrado al perro.
_El maldito perro me tiene cansado. – Arthur no contesta, reanudan su andar. Solo le falta  subir cuatro escalones para llegar.

 La puerta está abierta, a la izquierda de bajo de la ventana una mesa repleta de libros. Coloca la chaqueta, sacando el libro que tenía en su pecho. El perro se dirige al sillón y subiéndose  lo observa. Cruza la pequeña habitación  hasta llegar donde estaba ella.

_ Arthur  estas empapado, ven siéntate. - Comienza a secarle el cabello.

_ Déjame. - Retira sus manos tomando el paño, seca su cara y coloca el libro sobre la mesa.- _  no estás igual que la última vez que nos vimos.  Ahora entiendo que una antipatía recíproca entre un hombre y una mujer, significa que no podrían sino  engendrar un hijo mal constituido.

_ Disfrutas torturándote, vive en paz ya él no existe. - Le dice, mientras sigue arreglado  frente a la espejo.- _te preparo un trago. - Un silencio ahoga la casa envolviéndola, Arthur observa a  la mujer y abre el libro, pasa las hojas, buscando, y  finalmente comienza  a leer.

_ Sólo al contemplar a una mujer podemos comprobar que no está destinada ni a los trabajos de inteligencia, ni a los grandes trabajos materiales. -Afirma, antes de cerrar el libro.-_ Ustedes piensan que los hombres han venido a este mundo a ganar dinero y ustedes a gastarlo. - _ Agrega, mientras camina  con el libro pegado en el pecho hacia la ventana. Con un gesto pausado la abre. Dejando el libro en la mesa.- _ Hace frío. Hoy siento la noche  idéntica que aquella fría noche.

                                      Pronóstico de hoy 
Esta noche   22. Febrero 1813
Weimar
Actualizado: Actualizado hace más de 1 hora


2°CAlto  Chubasco de nieve terminando en la madrugada
Viento: Del Oeste Noroeste a 10 km/h
Constante de nieve que se desarrollarán por la tarde. Máximas -2C. 100% de probabilidad de nieve.


Eran más de las 5:00 pm, dos hombres caminan por una empedrada y angosta calle de Weimar. Es  invierno y las temperaturas ya eran muy bajas,  pero estos personajes no les importaba caminar despacio. El  más joven lleva un libro en su mano y lo aprieta  fuertemente.

_ Está orgullosa de ti,  eres tan brillante como ella.
_ No maestro, lo tomó con desden_ Baja la mirada al libro que llevaba.
_ Esta noche será diferente, el calor del fuego quemará  todos esos malos momentos.- Lo abraza y siguen andando.-_ Hasta aquí te acompaño, Johanna te espera.

La puerta esta abierta , él sonríe porque viene al encuentro Adela su confidente, la única que lo entiende.

_ Te espera. Te amamos Arthur. - Le dice y con un gesto de su mano le indica que siga a la doméstica.

Nota del autor: Describir una biblioteca de 1.813 es tarea larga y tediosa. Volvamos a lo que nos interesa:
                                                El Encuentro.

 El joven Arthur  camina a los brazos de Johanna.

_ No dudes de la sinceridad de mi amor por ti. hoy tan juntos  como que hace 25 años.
_ No te creo.
_ Toda  mi vida te he dado prueba de él.
_ Dejándome  solo.
_ Para mi felicidad necesito saber que tú eres feliz pero no ser testigo de esa felicidad. Siempre te dije sería muy dificil vivir contigo. - Se aleja  y se sienta. Arthur permanece en el mismo lugar.-_ Puedes comer conmigo en mis veladas sociales a condición de que te refrenes de tus desagradables discusiones.
Arthur baja la mirada y contesta. _Las mujeres como sólo han sido creadas para la propagación de la especie, viven más para la especie que para los individuos y aprecian mucho más los intereses de la especie que de los individuos.
_ Tú mal humor me fastidia. Tus quejas sobre cosas inevitables, tu rostro sombrío. Todas esas lamentaciones sobre lo estúpido que es el mundo y la miseria del hombre.
Arthur abre sus brazo como signo de crusifición.  _ Si nuestra existencia no tiene por fin inmediato el dolor, puede afirmarse que no tiene ninguna razón de ser.
_ Enuncias como los juicios de un oráculo, sin dejar lugar a ninguna objeción. Me incomodan me amargan la noche y me producen pesadilla, a mí me gusta dormir bien.
_ Su recuerdo te deja dormir.
_ Eres insoportable.-Johanna se levanta y se dirige donde ha permanecido él desde que entro.
Arthur la apunta con su dedo_ Nunca he comprendido cómo dos personas que se quieren y creen hallar en este cariño la felicidad, no prefieran romper violentamente con todas las convenciones sociales. – Dijo,  pero Johanna interrumpió.
_ Y sufrir toda clase de vergüenza .
_ Si... -Aprieta sus mano , se voltea dándole la espalda y continua._ Antes que suicidarse.
_ Si quieres reprocharme su muerte, voltea y mírame a los ojos. Pobre hijo mío tan débil, como su padre, tan cobarde como él. Arthur ¿También te suicidaras?

Actualizado: Hace 35 min.


20°C Alto  Tormentas Superadas
Viento: Del Sudeste a 11 km/
 Razonamiento: totalmente nublado, pocas  probabilidad de tormenta. 100% de probabilidad de llanto.


_ Desde esa noche más nunca la vi.  -Cierra suavemente la ventana, el perro escucha unos pasos  y corre a sus brazos,  lo acaricia. Arthur la mira. Tacones rojos y  altos, vestido negro ceñido. Cabellera suelta,  mueve con ritmo sus caderas. Se detiene y pregunta.
_ ¿te hizo  feliz?. - Arthur toma el hocico del perro lo lleva a   su rostro. ella lo observa lleva puesto en el  hombro su cartera la abre saca el lapiz labial y se dibuja la boca. No la guarda se la entrega Arthur,  lo  toma, acaricia su mano cuando ella la retira.
_ Arthur,  no se puede ser testigo de tu  felicidad,… siempre me  dijiste que  sería muy difícil vivir contigo.
 Arthur abre el libro que siempre llevo en su pecho, lo dedica y se lo entrega.
un silbido rompe el silencio.
_Chao, siempre estaré aquí. - toma el libro lo lleva a su pecho. pasa la mano al perro por la cabeza .- _no soy tan fiel como tú. –lanza un beso Arthur. - _ No dudes de la sinceridad de mi amor por ti.
El silencio pasa de nuevo.
La mujer abre la puerta, comienza a bajar las escaleras, el hombre que estaba recostado de la pared sale a su encuentro. - _este es tu lugar. - le dice tratándola de abrazarla, ella lo empuja con la mano que sostiene el libro,  al ver  el  libro el hombre la golpea.  El perro que estaba con Athur corre hasta los escalones y le brinca encima.
La mujer angustiada trata de calmar al perro. _tranquilo homero, ven , ven.
_desgraciado . – saca del   cinturón la pistola  y dispara varias veces. Se voltea mientras corre escaleras abajo y  grita. - _quien más quiere morir.
 Arthur corre hasta ellos, solo encuentra al  rojo como protagonista,  se lanza sobre el perro,  toma el hocico del perro lo lleva a   su rostro . - _ debía ser yo y no tú.
Al lado esta la mujer que todavía sostiene el libro que ahora puede  leerse  en la portada: 
EL AMOR, LAS MUJERES Y LA MUERTE.  de Arthur Schopenhauser.
Lea el libro pulsando aquí.